Según Tobón (2006), determina que el término competencia se utiliza en el contexto educativo para referirse a la capacidad de “hacer como saber” todo esto de forma consciente sobre las consecuencias de ese hacer (causa- efecto). Toda competencia involucra al mismo tiempo, conocimientos, modo de hacer, valores y responsabilidades en resultado de un hecho.
En referencia a lo anterior, Tobón (2006) establece que las competencias son un enfoque, puesto que, solo están centrados en algunos aspectos específicos de la docencia, del aprendizaje y de la evaluación, como son:
1) La integración de cada uno de los conocimientos presentes en el docente, al igual que los procesos cognoscitivos, las destrezas, las habilidades, los valores y las actitudes en el desempeño ante, durante y posteriormente a las actividades, así como los problemas presentes en cada uno de actores que conforman el proceso enseñanza- aprendizaje.
2) La restructuración de los programas de formación docente, los cuales deberán estar acorde con los requerimientos disciplinares, investigativos, profesionales, sociales, ambientales y laborales del sector educativo, así como también el contexto donde se desarrolla el trabajo.
3) Por último y no menos importante la orientación de la educación por medio de estándares e indicadores de calidad en todos sus procesos.
Por esta razón, el autor concluye, que en toda competencia se necesitan cambios sumamente profundos, que permitan la transformación en los diferentes niveles educativos, todo esto con el fin de lograr un aprendizaje significativo de calidad.
Por otra parte, Tamayo (2003) define las competencias como” la capacidad productiva de un individuo que se define y se mide en términos de desempeño en un determinado contexto laboral y los conocimientos, habilidades, destrezas y actitudes necesarias para la realización de un trabajo efectivo y de calidad”.
En otro orden de ideas, Lévy-Leboyer (2003) refiere “las competencias son fruto de la experiencia, pero se adquieren a condición de que estén presentes aptitudes y rasgos de personalidad” (p.65). Así, Lévy-Leboyer apunta sus planteamientos hacia dos dimensiones de la competencia: una individual, referida a las aptitudes y rasgos de personalidad necesarios para el desarrollo de las competencias, y otra del puesto, y toma en consideración las misiones o actividades en las cuales se demuestra el dominio de las competencias.
En relación con este último, Díaz Barriga (2003), Propone las estrategias de enseñanza, en las cuales denomina preinstruccionales, coinstruccionales y posintruccionales.
En la cual las preinstruccionales: preparan y alertan al estudiante en relación a qué y cómo va a aprender (activación de conocimientos experiencias previas pertinentes).
Sin embargo, las coinstruccionales apoyan los contenidos curriculares durante el proceso mismo para mantener la atención y motivación en los estudiantes, aquí pueden incluirse estrategias como: ilustraciones, redes semánticas, mapas conceptuales y analogías, entre otras.
Por el contrario; las estrategias posinstruccionales se presentan después del contenido que se ha de aprender, y permiten al estudiante formar una visión resumida, integradora e incluso crítica del material. Permitiéndole así valorar su propio aprendizaje. Algunas de las estrategias posinstruccionales más reconocidas son: pospreguntas intercaladas, resúmenes finales, redes semánticas y mapas conceptuales.
Finalmente, Olaves (2009) determina que el docente ya no es un simple transmisor de conocimientos sino que actúa como:
− Facilitador de aprendizaje: Capaz de diseñar y desarrollar una variedad de situaciones de aprendizaje y de estrategias metodológicas que respondan a las características del estudiante, a los propósitos y objetivos del nivel o modalidad.
− Orientador: Proporciona a sus alumnos atención como personas; tomando en cuenta sus características, necesidades e intereses.
− Promotor Social: Interviene en la comunidad para estimular la participación, organización y coordinación de esfuerzos, a fin de lograr objetivos educacionales e integrar la comunidad a la escuela y la escuela a la comunidad.
− Planificador, Administrador y Evaluador: Realiza funciones integrativas de los roles anteriores aplicando un enfoque sistémico a través de los cuales investiga e identifica las necesidades de los alumnos; escoge soluciones entre alternativas; orienta el proceso de aprendizaje; evalúa los resultados llevando a cabo revisiones y ajustes para incrementar la calidad y eficiencia de la educación posibilitando su participación activa en las diversas fases del desarrollo curricular.
· Formación basada en competencias en educación sanitaria: aproximaciones a enfoques y modelos de competencia:
· Díaz (2003), Estrategias de enseñanza para la promoción de aprendizajes significativos:
· Curso Básico de Formación Continua para Maestros en Servicio: http://www.seccion47.com.mx/documentos/curso_basico.pdf
· Competencias del docente de educación integral en el
Contexto de la realidad educativa venezolana: http://www.urbe.edu/publicaciones/redhecs/historico/pdf/edicion_7/1-5-competencias-docente-veronica-olaves.pdf